10 julio 2009

Trasfondo rol Warhammer 40k - Parte I

EXPEDIENTE: 456:42G:LK4:MH8

* CLASIFICACION: Nivel de Inteligencia Primario
* NIVEL DE SEGURIDAD: Obsidiana
* ENCRIPTACION: Cryptox v 2.6
* FECHA 385.M41
* AUTOR: Señor Inquisidor Phlebas Alessandro Rorken
* ASUNTO: Extraños acontecimientos en Gudrun. Posible Herejia.
* DESTINATARIO: Inquisidor Villaris Pablethus, Ordo Hereticus.


Saludos en el nombre del Dios-Emperador y en el de la Santa Inquisición.

Como sé que eres hombre de poca burocracia iré directo al grano, será lo mejor para los dos. Siento ser portador de malas noticias pero tengo que delegarte una investigación acerca de un posible caso de Herejía en Gudrun. En otras circunstancias habría dejado el caso en manos del inquisidor Evidenthus, que se encuentra cerca de allí, en Tracian Primaris, arreglando unos asuntos personales. Pero tanto él como yo, hemos sido requeridos para asistir a una audiencia de rigor que nos impedirá acometer nuestros asuntos más inmediatos. Como ya habrás adivinado, la audiencia ha sido convocada por el gran Maestre Orsini, de otra manera su sobrino Evidenthus nunca hubiera sido llamado a un tipo de evento como este.

Muchas gracias por todo y mantenme informado.

Que el Dios-Emperador te proteja!




No me gusta nada tener que llevar a cabo investigaciones de otros y menos si se trata de los asuntos de Evidenthus, el niño mimado de Orsini, pero viniendo de orden de Rorken y tratándose de Gudrun, tendría que hacer una excepción. Primero, porque se trata de mi jefe y segundo porque me encanta el planeta.

Era la primavera del 385.M41 y Gudrun seguía igual de hermoso como lo recordaba. Tres cuartas partes del planeta son bosque virgen y en las anteriores ocasiones que estuve no escatimé esfuerzos para sacar un poco de tiempo libre y poder disfrutar de su maravilloso paisaje. Esta vez no iba a ser menos, pero antes tenía que encargarme del asunto de Lord Rorken.

Por suerte la zona de donde provenían las acciones sospechosas registradas por los agentes de Evidenthus no me era desconocida, estaba cerca de Madua una pequeña ciudad-capilla. Aterricé en un aerodeslizador alquilado a las afueras de la ciudad y me dirigí hasta el centro inquisitorial para tratar el tema con el inquisidor general de Madua, Albert Croquethorn. Me atendió uno de sus agentes y después de que me hiciera enseñarle la insignia, accedió a indicarme como llegar hasta casa de Croquethorn, que debido a la enfermedad de su hijo todavía se encontraba allí.

No tomé en demasiada consideración el peligro que podría entrañar esta misión, así que solo me hice acompañar por un pequeño grupo de apoyo. Blancus Opusis, un clérigo cuya idea de herejía era no mirar con suficiente fervor una imagen del águila imperial. Vincent Makeas, un cazador con la mejor puntería que me he encontrado jamás y que sería capaz de acertarle a nurglete desde la escotilla de un cuter a 1000 metros de altitud y 80 nudos. Y dos guardias imperiales retirados. Feroces y temibles en el combate, pero muy cariñosos entre ellos, algo que no me importa siempre que luchen por mi causa y válgame El Emperador, que lo hacen; Shirkayo Candelus y Ernest Banckus.

Como tenía las notas preliminares de Evidenthus que me había mandado Lord Rorken, envié a todos a realizar pequeñas tareas por las inmediaciones de Madua, mientras yo me dirigía a la casa de Croquethorn.

Al llegar me recibió su mayordomo, un hombre canoso y con bigote estilo victoriano, que me hizo pasar y me pidió que esperara, mientras un servidor me servía una taza de cafeína caliente. Sentí una extraña sensación al entrar en la casa. No sabía de que se trataba, pero me provocaba cierta intranquilidad.

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